LA PALABRA TIENE PODER

ORACION A JESÚS CRUCIFICADO

Cristo, sufriente...¡Oh! Cristo, lacerado, escarnecido

y humillado por manos crueles, despiadadas,

manos indolentes, de quienes hacen del dolor,

una burla en la traición, y se ufanan 

pregonando su valor. Cristo, bendito,

al mirarte siento pena y gran dolor.

Me duele tu mirada, encarnada en mis entrañas;

me duelen tus llagas, que ahondan en mi pecho,

carcomiendo el corazón,  deshecho.

Me duelen tus carnes destrozadas,

reflejadas en mi alma desolada,

sintiendo tu agonía en la mirada

triste y sombría, de quienes sufren,

calcinados por la afrenta y el dolor.

Dame valor, Señor Crucificado,

dame el valor que tuviste en la cruz;

dame el valor y la entereza,

se mi soporte, mi dulce faro y luz.

Autora: Rosita Albarracín Galeano

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