PADRE, EDUCA CON EJEMPLO Y CON AMOR

LA GRANDEZA DE SER PADRE
Padre: te asemejas en esencia a nuestro Dios Creador,
a quien todos invocamos, como Divino Hacedor.
Eres Padre, porque elegiste contribuir en la obra
maravillosa de la procreación, escogiendo
por compañera a una mujer amorosa: mi Madre,
quien te apoya y ama con todo el corazón.
Padre: reflejas fortaleza con gran mezcla de ternura,
para apreciar con dulzura el reflejo de tu amor;
y luego cuando tus hijos van creciendo, de ti
van aprendiendo a vivir con honradez, a descifrar
en la historia, los valores que conducen hacia el triunfo,
a la gloria, a la realización, como personas de honor.
Padre, es quien ha forjado su destino en el seno
de un hogar, bendecido por la mano poderosa del Señor.
Padre es quien sorte las vicisitudes de la vida
con sabiduría e inteligencia y especialmente con amor.
Estando tan cerca, tú, das seguridad, enseñas
con tu ejemplo que el futuro hay que forjar, con constancia
y con empeño, hasta el éxito alcanzar.
Padre, Dios te bendiga y te proteja por estar a nuestro lado,
por dedicarnos el tiempo que hemos necesitado,
por enseñarnos a amar la vida y a este Dios
que nos prodiga la salud y el sustento espiritual,
y que nos mantendrá unidos, hasta la patria celestial.
Padre, permite que podamos agasajarte,
de mil caricias llenarte y decirte con el alma:
¡Felicidades Papá!
Autora:
Rosita Albarracín Galeano
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